¿QUÉ TE APETECE HACER DE COMER?

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Pierna de cabrito al horno


    Un día en el mercado de abastos me ofreció mi carnicero Paco unas piernas de cabrito a muy buen precio y no pude rechazar la oferta a pesar de que nunca las había cocinado. Esa mañana comencé a leer recetas de gastronomía jiennense y de conventos españoles para coger ideas, pero al final decidí hacerlo entre la forma aprendida para la corona de cordero ya publicada y un poquito más de mi imaginación. Y así ha salido esta receta que no dudo en repetir en hacer (siempre que mi carnicero Paco me vuelva a realizar tan apetitosa oferta).

Dificultad: media
Tiempo de elaboración: 1 hora y media
Ingredientes para 2 personas:
 - 2 piernas de cabrito
 - 1 cebolla
 - 1 cabeza de ajos
 - 2 pimientos verdes
 - 2 tomates 
 - 2 patatas medianas
 - 1 litro de caldo de carne
 - 1 cucharada de miel
 - 1 vaso de vino tinto
 - AOVE, sal, perejil, tomillo, 2 hojas de laurel y albahaca.

   Preparamos el caldo de carne con huesos de jamón, espinazo, sal y agua, o cortamos por el abrefácil el tetrabrick.
   A continuación cortamos la cebolla en juliana, pelamos los ajos y los cortamos por la mitad y sofreímos en un culo de AOVE en una sartén grande. Para los que comienzan a leer recetas les explico que cuando leen "AOVE", el término se refiere a "Aceite de Oliva Vírgen Extra", y no a "poner huevos". Hacemos cortes transversales a las piernas, les echamos una pizca de sal y pasamos también por la sartén por ambas caras hasta que la carne se ve que cambia de color, y se añade mientras el pimiento verde en juliana para que también se vaya friendo. A los 5 minutos aproximadamente de estar las piernas por cada cara, retiramos del fuego y reservamos.
   En el mortero preparamos un puñado de sal, tres ramitas de perejil, cogemos 3 ajos de los que están sofritos, un poco de tomillo y de albahaca y machacamos. Cuando esté machacado añadimos la cucharada de miel y el vaso de vino y removemos para que se ligue bien. Esto no costará ningún trabajo, pues de siempre con un vaso de vino se ha ligado mejor.
    En una bandeja de horno pondremos un hatillo con lo que haya sobrado de tomillo y las hojas de laurel, las patatas cortadas a ruedas gruesas, las piernas con la cebolla y el pimiento por encima y rodearemos con los tomates cortados a ruedas. Con una brocha pintamos las piernas por ambas caras con el machacado del mortero y por encima de las patatas y para que haga base en la fuente del horno añadiremos un poco del caldo de carne. 
Dejaremos en el horno a 180º durante una hora, pintando de nuevo y añadiendo caldo de carne conforme se vaya resecando en varias ocasiones. 
Y ya está. No defraudarás a tus invitados, y si no los tienes, te arrepentirás de no haber invitado a nadie. 

*Cuando vuelva a la plaza de abastos le diré a Paco "¡qué bueno está el cabrito!", y espero que el ruído de pescaderos y fruteros de la plaza no malinterprete mis palabras. 


También te puede interesar:

Pollo a la cerveza con alcachofas

Ternera con vinagreta de guacamole

Patatas de la abuela Lola (patatas a la importancia)

martes, 24 de noviembre de 2015

Galletti frutti di mare


     Terminando el verano en el campo Navarrete, un día fui a realizar una comida distinta ya que después de 2 meses de "chorizos parrilleros", arroces y carnazas varias y tremendas comilonas, apetecía bajar un poco los niveles parrilleros pero no la calidad. Lo cierto es que iba a hacer Cus cus de verduras (riquísimo también), pero el azar y la casualidad hizo que no encontrara cus cus en los supermercados a los que fuí, pero sí esta pasta llamada "Galletti", que hizo cambiar en mi mente la idea de menú, y relizar esta pasta a la marinera, pero ya que era "Galletti", pues la llamo como la conocí en mi viaje de novios a Italia: "frutti di mare", recordando así un magnífico viaje de novios lúdico-divertido-especial-irrepetible-gastronómico, y un magnífico futbolista del Atlético de Madrid del año 2005, que era tan bueno, que siempre pedía permiso antes de tirar a puerta (marcó 5 goles en 62 partidos... y era delantero). 

Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 30 minutos
Ingredientes para 4 personas (5 si contamos que una de ellas es mi cuñado Muro):
- 500 gr de pasta (Galletti en este caso, pero vale cualquiera).
- 1/2 cebolla
- 1 pimiento verde
- 3 tomates rojos
- 8 mejillones
- 125 gr de almejas de carril
- 125 gr de gambas
- 250 gr de calamar
- 2 vasos de vino blanco
- 1 cucharada de harina
- aceite de oliva vírgen extra (AOVE), sal, pimienta negra molida, pimentón picante, perejil y albahaca.

   "Primo"(*1) que haremos será limpiar los mejillones y ponerlos en una cacerola tapada sin agua al fuego. En cuanto se abran apagaremos ese fuego y reservaremos, sin tirar el caldillo que han generado en la cocción. 

   En una sartén grande (de las de hacer las migas), vamos a poner la cebolla, los ajos, el perejil y el pimiento verde, todos ellos muy picados, con un culo de AOVE, y sofreiremos. Añadimos las gambas peladas. Cuando el ajo y la cebolla comiencen a estar bastante dorados (casi que empiezan a coger color oscuro), vamos a añadir los tomates rallados y un poco de sal y que se siga sofriendo. 

   Cuando los tomates hayan soltado el agua y comience a verse más como sofrito, vamos a añadir los calamares limpios y troceados. Y una vez que éstos cojan el color blanco amarillento de que se están haciendo, añadimos las almejas lavadas para que se vayan abriendo. 

   "Poi"(*2), en un vaso vamos a echar la cucharada de harina y la disolvemos en el vino blanco. Cuando esté la harina completamente disuelta: ¡suelta! (ya lo he dicho), lo añadimos a la sartén junto con el caldo generado por los mejillones que colaremos por un "facilitador de que la gente entre gratis a los espectáculos", o "colador".

   Añadimos los mejillones, echaremos a "occhio"(*3) un poco de pimienta negra molida, pimentón picante el justo para que no dé excesivo sabor (media cucharada más o menos), un poco de albahaca, que si es fresca mejor, y rectificamos de sal. 

   Mientras hacemos todos los pasos anteriores en una olla o cacerola aparte podemos cocer la pasta según las indicaciones del fabricante, añadiendo al agua una cucharada de mantequilla, una hoja de laurel y un poco de sal. En cuanto se cumpla el tiempo explicitado en el paquete, escurrimos y reservamos. Ya sabéis que me gusta la pasta "al dente" y que no se pase ni un minuto. 

    Mezclamos la pasta con todo el mejunje. 

    "E se é". Ya está en español. Plato fesco, sano y riquísimo que repetirás en muchas ocasiones con pastas distintas. 

*Tened cuidado con esta receta, pues al escribir expresiones en italiano hay que tener en cuenta que: 
*1- No sois familia mía (la mayoría de los lectores)
*2- No aludo al concejal del ayuntamiento de Úbeda de la legislatura de 2015, y sobretodo, 
*3- No vayáis a echar ochíos para aderezar, que aunque van con todo, aquí en concreto no aseguro el éxito de tan suculento manjar ubetense. 
También te puede interesar:

Espaguetis con berberechos

Cus Cus de verduras

Ochíos con habas

sábado, 24 de octubre de 2015

huesos de santo (thermomix)



                  Todos los lectores de este blog sabéis que no soy repostero y no suelo publicar dulces, porque siempre me he considerado más salado que dulce, en todos los aspectos de la vida. Pero si existe un dulce que rompe todas las reglas cual píldora anticonceptiva, son los huesos de santo. Un manjar que como toda obra maestra culinaria, se come en una fecha muy concreta, es típica, y está arraigada a un momento, un lugar y una celebración específica. Desde niño, el poco dulce que he comido son los huesos de santo. Más concretamente, los de la desaparecida confitería de Lope. Y mi sorpresa, es que cuando compramos la Thermomix y busqué la forma de hacerlos, encontré esta receta que consigue recordar en mi paladar el mismo sabor y la misma textura de aquellos huesos de santo. Si encima, cuando los hago por primera vez los comparto con mis hermanos en el campo un frío puente de los Santos de 2014, hace que esta receta para mí sea muy importante. Por lo sentimental, y por hacerme ver que hay un más allá. También en el mundo de la cocina. 

            Aunque veáis que le receta es con Thermomix (la primera aunque seguro que no la última que publico), todo esto se puede realizar sin ella. De hecho, el día que realicé los huesos de santo que veis en las fotos, el almíbar lo hice en un cazo porque me costaba menos trabajo ver la consistencia que buscaba. 

Dificultad: muy difícil
Tiempo de elaboración: 2 horas
Ingredientes:

Para la masa de almendras (lo que sería el hueso en sí):
    -300 gr de almendras sin piel
    -300 gr de azúcar
    -1 clara de huevo

Para la crema de yemas (lo que sería la médula ósea. O sea, lo de dentro):
     -12 huevos 
     -el almíbar que realizamos

Para el almíbar 
     -300 gr de azúcar
     -150 ml de agua


      Vamos a comenzar realizando la masa de almendras. Para ello vamos a moler las almendras 20 segundos a velocidad 8 y reservamos.


   Acto seguido, moleremos el azúcar 15 segundos a velocidad 8, añadimos la almendra molida y mezclamos 5 segundos a velocidad 5 y añadimos la clara 8 segundos a velocidad 5, y dejamos que repose durante una hora.

     Para realizar el almíbar echaremos el agua y el azúcar y pondremos a hervir (110º). Una vez comience a hervir lo dejaremos durante 12 minutos, hasta que comprobemos que cogiendo con los dedos un poco de almíbar y separando los dedos se nos queda como un hilo haciendo de puente entre ambos. Que no es lo mismo que hacer puenting colgado de un hilo, aunque se parece porque hay que tener los huevos que tiene esta receta para realizar dicha prueba con el almíbar caliente, pero si enfriamos los dedos en agua fría, antes y después de la prueba, lo podremos hacer. 

    Mientras hierve el almíbar, vamos a separar las 11 yemas de los 12 huevos que utilizaremos porque  se supone que a uno de ellos ya se lo habremos hecho para poder realizar la masa de almendras. 

     Una vez tengamos las yemas separadas, las vamos a mezclar con el almíbar y vamos a cocer todo junto durante 12 minutos a 100º a velocidad 2, y dejaremos enfriar esta masa. 

   Sólo nos queda el montaje de los huesos en sí. Cogeremos la masa de almendras como si fuésemos a hacer croquetas, y vamos haciendo los canutos. Para ello, una vez que tienen la forma de tubo yo utilizo una pajita de las de beber para hacerles el agujero que se comunicará por los dos extremos. 


        En una manga pastelera pondremos la crema de yema e iremos rellenando los huesos de masa de almendra. Los vamos dejando en una bandeja y una vez que estén todos hechos, le espolvorearemos azúcar glas por encima y los dejamos reposar. A las 12 horas les vamos a dar media vuelta a todos para que quede hacia arriba la parte que había quedado dando en la bandeja, y así cogerá la misma consistencia todas las partes del hueso de santo. 

   Y ya está. Ya he dicho que es laborioso, aunque muchísimo menos de lo que esperaba que lo fuera, pues hacer croquetas cuesta prácticamente lo mismo, y le tenemos menos miedo que a realizar este delicioso dulce. 

*Es la primera receta que publico ayudándome de la famosa Thermomix. Herramienta muy aconsejable para ciertas tareas culinarias, aunque como he dicho, todo se puede seguir haciendo de la manera tradicional. Solamente, que aquí los tiempos, temperaturas y velocidades están más medidas y es más difícil que no te salga igual. 

También te puede interesar:

Gachas dulces (gachas del día de los Santos)


Papajotes dulces

jueves, 24 de septiembre de 2015

Las comidicas de los lectores (IX)

     Mientras La Encimera Roja ha estado "descansando" en verano, los lectores del blog han continuado haciendo y mandando fotos de las recetas que van haciendo. Os animo a que sigáis cocinando y degustando estos manjares. Este blog está hecho para eso. Para todos vosotros, porque sois mis hermanooooooos del almaaaa. 

Espárragos en vinagrillo de Juan
 Anchoas del Betuládrico de Curro
Caldereta de cordero de Adrián

domingo, 13 de septiembre de 2015

Falso arroz marinero

   
  Otra de las recetas inspiradas en la buena cocina del bar La Tintorera de Úbeda es este falso arroz marinero, que sólo se parece en el falso arroz, con respecto al falso rissotto que ofrecen en dicho bar. El resto es elaboración y creación propia, con aires del arroz abanda ya publicado en este blog y acompañado con unas conchas finas que son mi perdición, como Julián Muñoz a la Pantoja. 

Dificultad: Difícil
Tiempo de elaboración: 1 hora
Ingredientes para dos personas:
 - 1/2 cebolla
 - 2 dientes de ajo
 - 4 tomates
 - 1 pimiento verde
 - 1 pimiento rojo
 - 250 gr de pescado (tintorera, cazón, cualquier pescado escualo, como cuando alguno que yo me sé me pregunta por el pescado a utilizar: "¿que es cuálo?". "Sí, escualo".
 - 125 gr de almejas
 - 125 gr de gambas
 - 6 conchas finas
 - 150 gr de piñones de pasta
 - 1 vaso de vino blanco
 - aceite de oliva vírgen, sal, perejil y pimentón picante.

 Lo primero que haremos será un fumet con los restos del pescado que vayamos a utilizar, las cabezas de las gambas, un puñado de sal, una cucharada pequeña de pimentón picante y 2 litros de agua. Mientras hierve vamos a picar el perejil, los ajos y la cebolla y lo comenzaremos a sofreír en una cazuela preferentemente de barro en un culo generoso de AOVE, y cuando lo veamos dorado, le añadimos los pimientos muy picados. Podemos dejar medio pimiento cortado a tiras y lo sofreiremos en el mismo momento, pero a la larga nos puede servir para decorar el plato. 

Acto seguido añadiremos los tomates rallados, y cuando pierdan un poco de agua y se vea jugoso pero no acuoso, añadimos las almejas, las gambas peladas y el pescado troceado y salpimentado, y movemos suavemente para que no se deshaga, durante unos cinco-diez minutos. 

Una vez tenemos la marinera realizada, dejamos que reduzca para que no quede caldoso. Y con el caldo de pescado, retiramos las raspas y trituramos las cabezas de las gambas, pasando posteriormente todo el caldo por el pasapuré o chino, y en este caldo es donde vamos a cocer los piñones de pasta según las indicaciones del fabricante, siendo muy importante que queden "al dente", que para los que no dominan el italiano ni el chino mandarín, no significa que queme mucho. 

Y ya está. Podemos presentar el plato como en la fotografía o mezclarlo todo junto y que quede como una paella. Acompañamos con las conchas madrileñas (o conchas finas) o cualquier otro molusco, y a comer que se enfría. 

*También puedes mirar la receta de este blog de paella ( http://laencimeraroja.blogspot.com.es/2013/07/paella.html ), y en lugar de echar el arroz, echar los piñones modificando el tiempo de cocción. Te saldrá una paella riquísima y te quedarás con todo el mundo. Como cuando juegas al Risk. 
También te puede interesar:

Paella

  

Gachas dulces (gachas del día de los Santos)


domingo, 26 de julio de 2015

El postre de los Orzáez

Este postre es tan rápido de hacer como de comer y de escribir la receta. De hecho, he realizado la publicación mientras lo hacía y me lo tomaba. Postre que me recuerda enormemente a mi abuelo Paco Orzáez, al que siempre recordaré por su cariño, su aguante ante las embestidas mayores que te pueda dar la vida, y todas sus batallitas de la guerra civil en las siestas de verano. Va por él, y por mi padre, que siguió la tradición que hoy en día yo continúo (nunca mejor dicho lo de hoy en día).

Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración; 3 minutos
Ingredientes:
- 1 melocotón
- 1 chato de vino tinto rico

     La dificultad de esta receta radica en escribirla con el móvil. Se pela el melocotón y se echa en un vaso. Se riega con vino tinto. 

Y ya está. Para que luego me digan que no publico postres.

*A mí me encanta pinchar y comerme los trozos de melocotón con el cuchillo con el que previamente he cortado tan rica fruta. No hace falta horneado aunque algunas veces es posible que acabe un poco cocido (sin tutear).

miércoles, 15 de julio de 2015

Pan de pita con verduras y carne

     Aprovechando un domingo de esos en los que no hay ganas de hacer nada, y pensando en los ingredientes que tenemos en casa porque no podemos comprar nada, es como surge esta nueva receta que vuelve a dejarnos la panza llena y a Mária relamiéndose y diciendo que no volveremos a encargar más Sawarma: "¡Ke bab!" "Ni se te ocurra" dice ella. 

Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 40 minutos
Ingredientes para 4 personas:

- 4 panes de pita (yo los compré en el DIA y están buenísimos).
- 1/2 cebolla
- 125 gr de pechuga de pollo
- 125 gr de higadillas de pollo (ó 125 gr de ternera)
- 1/2 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 2 tomates
- 1 cogollo de lechuga
- 2 zanahorias
- aceite de oliva vírgen, sal, pimienta negra molida, curry, tomillo.

Para las salsa blanca:
- 1 diente de ajo
-1 vaso de aceite de girasol
- 1/2 vaso de leche, y un poco de sal

Para la salsa roja picante: -10 gotas de Tabasco
- 1 chorreón de mostaza
- 1  chorreón de ketchup
- 1 chorreón de tomate frito

Lo primero que haremos será triturar las higadillas de pollo, la cebolla la picaremos mucho y la pechuga y los pimientos los cortaremos en juliana.

  En una cacerola pondremos un buen culo de aceite y en él pocharemos la cebolla para acto seguido añadir las carnes con los pimientos y dejarlos durante 10 minutos para que se sofría todo junto, añadiendo un poco de sal, tomillo, pimienta negra molida y currry. 

   Mientras se sofríe todo esto vamos a preparar en un bol el cogollo muy picado, y los tomates y las zanahorias en juliana muy fina. Sobre estas verduras vamos a verter la primera salsa que se hace con el diente de ajo, el aceite de girasol, la leche y una pizca de sal, y removemos todo junto.

   La otra salsa la realizaremos en frío añadiendo el tabasco, el ketchup, la mostaza y el tomate frito al gusto para que pique más o menos. Entre las verduras picadas y el picor de la salsa, este plato me recuerda a McEnroe, por lo que se picaba durante todos sus partidos. 

   Y ya está. Una rica y recurrrida cena que para una quedada con amigos y una buena película, tenemos un buen plan organizado. Como el equipo A.

*Ah, equipo. Como recomendación de esta receta os sugiero que NO veáis "En qué piensan las mujeres" porque el plan se va al garete. 
También te puede interesar:

Cus Cus de verduras

Pechuguillas de pollo o burritos con verdura con salsa Moche (salsa tandori falsa)

lunes, 15 de junio de 2015

Fresas con yogur

 
   Sabéis que no soy muy repostero y por eso los postres que publico, o son muy tradicionales o son muy fáciles. Podéis pensar que esta receta la publico por lo segundo, y es verdad. Pero también es cierto que la publico por lo primero, pues es el postre que siempre hemos tenido en mi casa, entre otras fechas, los Jueves Santo, para comerlas fresquitas justo antes de ponernos la túnica de La Columna. Como también es cierto (y a tí también te pasa), que si te das un golpe con un pinete en la calle, siempre vas a decir que no te ha dolido, hasta que vuelves la esquina y te empiezas a frotar la rodilla con fruición.

Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 15 minutos (sin contar el tiempo de maceración de las fresas)
Ingredientes:
  - 1/2 kg de fresas
  - 4 cucharadas de azúcar
  - 2 yogures naturales

    Para demostrar mis grandes dotes en el mundo de la repostería, voy a explicar esta receta tan dificultosa de realizar. 

    Lo primero que haremos será trocear las fresas en trozos no demasiados pequeños y las pondremos en un bol grande, donde añadiremos el azúcar, removeremos y dejaremos reposar un mínimo de 4 horas para que se maceren. La técnica del macerado es muy común entre los reposteros y los alcaldes en preelecciones, pues al no parar de arreglar aceras, es cuando "macerado" arreglan. 

   Dicha la tontería de la receta porque si no, llegaría a tener menos letras que una declaración de amor de las de ahora: tqmxbs (o algo así), vamos a añadir los yogures naturales o danones, fórmula aceptada al ser plural, pues todos sabemos que si fuese sólo uno sería "danón". Removemos todo bien y dejamos enfriar en el frigorífico. 

Y ya está. Receta supersencilla, fresquita, y que gusta mucho a grandes y chicos. Como Xuxa en sus buenos tiempos. 

*Hoy no tengo nada que añadir en el asterisco de lo sencilla que es la receta, la única publicada con tres ingredientes (aunque le gana la de los ochíos con habas en menor número de ingredientes con dos).
También te puede interesar:

Papajotes dulces

Gachas dulces (gachas del día de los Santos)

viernes, 15 de mayo de 2015

Arroz caldoso con caracoles

   
    Celebrando la publicación número 100, que coincide con el 2º aniversario de este blog, no podía hacerlo con otra receta que con este arroz caldoso. El plato número uno en las preferencias de mi musa de inspiración a la hora de cocinar y de realizar tantas cosas en la vida: mi mujer Mária. Plato heredado de mi queridísimo padre, quien me hizo disfrutar tanto de la cocina, guisando y degustando, con una cerveza fresquita y una amena conversación.

    Por todo esto y por lo riquísimo está, queda claro que tiene todos los ingredientes para que ocupe un lugar de privilegio en este humilde blog de cocina que nació como recetario particular para que no se me olviden las recetas que han formado parte de mi vida, y que, mucho más lejos de lo que esperaba cuando publiqué el "gazpacho andaluz", ahora es lectura obligada en algunas familias, y lugar de consulta para mucha gente que se lanza al fabuloso mundo de la cocina (No toméis esto último de forma literal, que os podéis hacer daño con la puerta del friegaplatos, también conocido como lavavajillas). 

Dificultad: difícil
Tiempo de elaboración: 1 hora y media
Ingredientes para 4 personas (siempre que la hago, como mínimo debe ser para 4 personas, aunque estemos sólo dos, por la voracidad de los comensales ante este plato):

   - 1/2 cebolla
   - 1/2 conejo troceado
   - 2 pimientos verdes
   - 2 tomates rojos
   - 250 gr de habicholillas verdes
   - 4 alcachofas
   - 1/2 limón
   - 2 chorizos
   - 250 gr de caracoles grandes o "cabrillas"
   - 200 gr de gambas frescas
   - 1/2 coliflor
   - 2 vasos de arroz SOS o NOMEN
   - 3 dientes de ajo
   - aceite de oliva vírgen extra, sal, pimienta negra molida, pimentón molido dulce y picante, comino en polvo, tomillo, perejil fresco, 1 pastilla de caldo de carne y azafrán en hebra.

      Como es comida de homenaje y fiesta, en esta ocasión lo primero que vamos a hacer será abrir una cerveza muy fría, brindar al cielo, y degustarla mientras cocinamos. 

      Lo segundo que haremos será lavar muy bien los caracoles. Para ello los pondremos en agua para que vayan saliendo todos, y les vamos haciendo lavados continuamente mientras hacemos el resto de pasos de la receta, cambiando el agua en donde se encuentran muy "a pequeño", o a menudo.

      Acto seguido vamos a picar muy bien la cebolla y en una cacerola (si tenemos la oportunidad de hacerla en cazuela de barro, mejor que mejor) con un culo de aceite vamos a sofreírla. Mientras, salpimentamos el conejo troceado y lo añadiremos en cuanto la cebolla esté dorada. 

      Mientras se va friendo el conejo, lavamos y picamos los pimientos y los tomates, que los añadiremos cuando el conejo coja color de carne que se está haciendo y no está cruda. 

      Seguimos lavando y troceando las habicholillas con un tamaño de unos 2 dedos, y las añadimos cuando el sofrito coja la consistencia como para que te den ganas de meter un "sopetillón de pan" y dejar la cacerola como si no hubiésemos hecho nada. 

      Mientras, despencaremos las alcachofas, untaremos el corazón de las mismas con el limóm para que no se oxiden y no nos oscurezcan el caldo y las cortaremos en 6 u 8 cuñas iguales, en función del tamaño de la alcachofa, y las añadimos también. 

      Cortaremos los chorizos en rodajas, pelaremos las gambas, y una vez que estén bien lavados los caracoles, lo añadiremos todo, junto con 2 litros de agua para que vaya hirviendo todo. 

      Cogeremos el mortero, y en él pondremos los ajos pelados, el perejil, un pellizco de azafrán en hebra, la pastilla de caldo de carne y machacamos como Michael Jordan, o sea, muy bien. Al machacado, añadimos el vaso de vino blanco, ligamos muy bien y vertemos en la cacerola. 

      Añadimos al gusto el comino, el tomillo y los dos pimentones en función de lo picante que lo queramos, y dejamos que rompa a hervir y lo haga durante 15 minutos. 

      A los 15 minutos vamos a añadir la coliflor troceada, aunque no demasiado para que no se deshaga, y pasados 5 minutos desde que echamos la coliflor, vamos a añadir el arroz. He recomendado 2 marcas porque para mí es el mejor arroz para hacerlo caldoso o seco, pues es más consistente y no se deshace como otros arroces. 

    Hervimos durante 14 minutos, y justo en ese momento cortamos el fuego porque con el calor, el arroz va a terminar de cocerse, como más de uno con el calor de las discotecas a ciertas horas. 

     Y ya está. Lo más importante de este plato es servir inmediatamente, para que el arroz no siga admitiendo agua y se nos pase. 

*Poner una barra de pan cerca, y un cacharrillo y palillos para los caracoles. Os reconozco que junto con los andrajos, para mí, es la mejor receta que he publicado y publicaré en este blog. Si la hacéis, nunca os arrepentiréis. 
También te puede interesar:

Andrajos de Úbeda

Caracoles con tomate


jueves, 23 de abril de 2015

Las comidicas de los lectores (VIII)

        Celebrando las casi 100 publicaciones de este blog, quiero volver a enseñar nuevas fotos de las receetas que siguen haciendo los lectores cocinicas que pasan y pasean por esta página con el ánimo de realizar algo distinto o lo más típico que te puedas comer. Pero lo que más me alegra no es la foto en sí o el hecho de que entren más o menos lectores (ya vamos por 30.000 visitas), si no los comentarios que me envían juto con la foto, normalmente dándome las gracias por las felicitaciones recibidas por sus parejas o amigos, o porque han  descubierto una receta sencillísima, simplemente por entrar al blog un momento de entretenimiento. 

        Pues nada. Desde aquí os sigo animando a seguir cocinando y mandándome vuestras creaciones culinarias a partir de las recetas de este blog. Lo del concurso sigue en pie, aunque no se cuándo ni cómo lo realizaría aún. Y la próxima publicación que realizaré será la número 100, por lo que será receta buenísima, riquísima, cargada de sabor y de tradición, y una de las favoritas de Mária: la verdadera inspiración y motivación para seguir creando en la cocina y compartir todas mis recetas con vosotros.

Espaguetis negros con sepia de Inma

Tartar de salmón y aguacate de David


Pollo a la cerveza de Elena 


Calamares con chorizo de David

        También te puede interesar:








viernes, 13 de marzo de 2015

Milhojas de berenjena con crujiente de Parmesano

     
     Normalmente, cuando hago una receta, le echo la foto y no la publico hasta que no pasa tiempo, porque no tenga el ordenador a mano, o por lo que sea. Pero esta noche he realizado este aperitivo, entrante o primer plato para cenar, y estoy tan satisfecho del resultado, que no he podido esperar a escribirla y publicarla. 

Dificultad: difícil
Tiempo de elaboración: 1 hora
Ingredientes para 3 personas:

     - 1 berenjena
     - 100 gr de carne picada
     - 20 gr de foigras
     - 50 gr de espinacas 
     - 1/4 cebolla
     - 100 gr de tomate frito
     - 1 huevo
     - 3 lonchas de jamón york
     - 3 lonchas de queso gouda
     - 50 gr de queso parmesano. 
     - aceite de oliva vírgen y sal

Para la bechamel: 
     - 10 gr de margarina
     - 1 cucharada pequeña de harina
     - 1 y 1/2 vaso de leche
     - un pellizco de sal, pimienta negra molida y nuez moscada

Para la vinagreta de mostaza:
     - un chorreón de aceite de oliva vírgen extra
     - 1 cucharada de mostaza
     - 1 pellizco de sésamo
     - 1 cucharada de crema de módena
      
     Como véis la receta tiene tarea, ya que es de las muy pocas que tiene la catalogación de difícil en este blog, pero merece la pena. En realidad yo aproveché que hice musaka (ver receta cuando esté publicada) para el día siguiente, y se me ocurrió preparar esto de cena. Empecemos:

     Vamos a comenzar preparando la salsa boloñesa que será picando la cebolla, y en un culo de aceite vamos a sofreír, añadiendo posteriormente la carne picada salpimentada. Mientras, vamos a cocer en un cazo el huevo y las espinacas, lavadas y cortadas. Para los fervientes seguidores de este blog, estoy haciendo lo mismo que en la lasaña que tengo publicada, tanto para este paso como para la bechamel.

   Una vez esté sofrito todo, añadimos el foigras, las espinacas cocidas, el huevo duro picado y el tomate frito y seguimos sofriendo durante 5 minutos para que se mezcle todo bien. 

     Mientras tanto, podemos poner en la plancha muy caliente, la berenjena cortada a rodajas lo más finas posibles. O sea, todo lo contrario a Belén Esteban, habiéndolas pasado previamente y muy levemente por harina (a las berenjenas. La otra ya se empapó bien de "harina"). Si nos sobra tiempo podemos ir cortando con la forma de las ruedas de le berenjena, el jamón york y las lonchas de queso. 

      Cuando tengamos las ruedas asadas vamos a ir montando las milhojas, alternando berenjena, queso, berenjena, salsa "boloñesa", berenjena, jamón york y berenjena. Podemos hacer las capas que queramos, como la abuela de Superman, y sobre la última vamos a verter dos cucharaditas de la bechamel que realizaremos de la siguiente manera:

      En un cazo ponemos la mantequilla hasta que se derrita, y entonces añadimos la harina y removemos para que no haga grumos, vertiendo inmediatamente la leche, y un poco de sal, pimienta negra molida y nuez moscada, y removemos continuamente a fuego lento hasta que espese un poco. 

      Y aprovechando que tenemos la plancha encendida, vamos a rallar en ella el queso parmesano, haciendo un círculo, que despegaremos (parecerá un chicle) todo en bloque y daremos la vuelta, hasta que coja un poco de consistencia y retiremos. Aunque penséis que se os ha quedado blandurria, si la dejamos aparte, se pondrá dura y crujiente (ironías de la vida). Este crujiente lo pincharemos sobre la bechamel. 

      Y sólo nos queda realizar una vinagreta de acompañamiento en el plato, que la haremos mezclando y removiendo muy bien los ingredientes arriba indicados para ello. Echaremos más o menos aceite en función de la consistencia que queramos conseguir. 

     Y ya está. Si preparas la salsa "boloñesa" con tiempo, en realidad no cuesta tanto trabajo, y parece más de lo que es, como los parques infantiles preelectorales de Úbeda.

*Ya que os ponéis, hacedlo en mayor cantidad, y sin contar la vinagreta ni el jamón york, y las lonchas de queso las cambiáis por tranchetes, y os sale una musaka de muerte (con su queso rallado por encima y su gratinado). Pero bueno, ésa ya la escribiré otro día (o lo mismo, al leer esto, ya está publicada y hasta recomendada aquí abajo). 
También te puede interesar:

Lasaña de carne y espinacas

Tartar de salmón y aguacate