¿QUÉ TE APETECE HACER DE COMER?

lunes, 29 de diciembre de 2014

Cogollos con boquerones ahumados y salsa "pepín"

            Un aperitivo que está muy rico y queda muy bien es éste que os presento hoy. Aunque os prevengo que anteriormente deberéis haber hecho otra receta del blog que son las anchoas del betuládrico (ver el enlace al final de la receta). En esta ocasión las hice con sardinas que salen igual o más buenas, y encima suelen ser un poco más grandes. 

Dificultad: Media (si contamos la realización de las anchoas. Si usamos anchoas de lata es muy fácil).
Tiempo de elaboración: 5 minutos. 
Ingredientes: - 1 cogollo de lechuga 
                      - 8 ó 10 anchoas ahumadas
                      - Salsa Pepín: 1 cucharada grande de queso de untar
                                             2 quesitos
                                             6 pepinillos
                                             1 pellizco de sal
                                             1/2 vaso pequeño de leche entera
                                             1 vaso pequeño de aceite de girasol

           Como se supone que ya tenemos las sardinas ahumadas en aceite, vamos a lavar muy bien el cogollo y partirlo en 8 partes iguales, procurando dejar una parte del troncho que une las hojas en cada porción para que no se desarme. 

           En el vaso de la batidora vamos a echar todos los ingredientes para la salsa Pepín, nombre que le he puesto yo porque me la he inventado, por mi nombre, porque lleva pepinillos y porque a veces pasa que vas por la calle y cuando te encuentras con alguien que conoces pero no del todo, y no sabes si saludarlo, al final te salen un... "mmmdios"  entre dientes, mientras que a la otra persona le pasa lo mismo, y justo cuando ya va a terminar de pasar a tu lado dice un tímido "eeeehh". Esto último no tiene aquí nada que ver (como en todas las escenas del crimen según comenta la policía a los viandantes que se paran), pero es una situación que a mí me hace mucha gracia y la quería compartir con vosotros, ya que esta receta es muy breve. 

       Total, que se bate muy bien, y se extiende encima de los trozos cortados del cogollo, para poner a continuación una sardina por encima. 

      Y ya está. Aperitivo fresquito que gusta mucho y queda mejor que un "tú verás" en una conversación en la que no te estás enterando de nada. 

*Como recomendación a esta receta, ante la duda hay que saludar con un "hasta luego" enérgico 5 metros antes de llegar a cruzarse, pues así, la otra persona siempre saludará, aunque no te conozca, y si te conoce pero no mucho, te saluda y sigue para adelante, pues ya te has despedido antes de llegar, ya que no sabes ni de qué lo conoces ni de qué hablarle.
También te puede interesar: 

Patatas cocidas con anchoas del Betuládrico

Ensalada de pollo

Humus de garbanzos

lunes, 15 de diciembre de 2014

Timbal de lubina con verduras rehogadas y crema kiri

     Este plato que os presento hoy queda muy bien para una comida o una cena de Navidad como segundo plato. Y aunque a nadie le gusta ser segundo plato de nadie, a la lubina no le importa, y encima, obnubilará a los comensales, como a mi hermana Lolina.

Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 40 minutos
Ingredientes para 4 personas:
   - 2 lubinas grandes (que toquen a 200-250 gr por cabeza. Por cabeza de cada comensal)
   - 1 calabacín
   - 2 zanahorias
   - 1 patata mediana
   - 1 puerro
   - 3 quesitos "Kiri"
   - 125 ml de nata líquida
   - aceite de oliva vírgen extra, sal, pimienta negra molida y nuez moscada.

   El plato es de la mar, y la mar de sencillo y quedará mejor que decirle a las amigas "que están más delgadas".
   Lo primero que haremos será lavar las verduras.En vez de hervirlas con agua y que se nos deshagan pondremos una cacerola con unos 4 dedos de agua y encima de la misma vamos a poner una rejilla (la rejilla del horno o del microondas nos vale) donde pondremos las verduras peladas pero no cortadas y las tapamos con una tapadera honda (la tapadera de plástico del microondas va muy bien), y una vez que hierva el agua las tendremos en torno a 20 minutos, pinchando las zanahorias, y si podemos pincharlas sin dificultad es cuando están todas bien cocidas. Dejamos que se enfríen y cortamos todas las verduras en dados pequeños (de un medio centímetro de lado aproximadamente. Que luego hay quien coge la escuadra y el cartabón y la cena de Nochebuena pasa a ser de Nochevieja). Si véis muy complicado el cocer así, se puede cocer de la manera tradicional pero poniéndolo menos tiempo, pues a mí me gusta que la verdura se mastique y no sea un puré a medio hacer, como la autovía del olivar entre Úbeda y Jaén, que me sé ya las bandas sonoras mejor que la de El Padrino.

   Una vez hecho esto, reservamos. En una sartén pondremos un culo pequeño de aceite y en él vamos a sofreír el puerro muy picado. Cuando esté dorado añadimos los quesitos Kiri y mientras se deshacen vamos a añadir la nata líquida y un poco de sal y nuez moscada. Cuando el queso se haya fundido, añadimos las verduras, mezclamos todo y apagamos el fuego.

   Y en una plancha vamos a hacer los lomos de la lubina sin la raspa y salpimentados al gusto. Yo creo que con 1-2 minutos por cada lado si la plancha está tan fuerte como mi hermano Curro sujetando puertas para encajarlas en sus bisagras, es suficiente.

   Y ya está. El emplatado queda muy bien si tenemos un molde y ponemos los lomos de lubina en los bordes y dentro ponemos el relleno de las verduras con la salsa. Y si encima, el plato da la casualidad que tiene como dibujo el tallo de una flor, queda que "ni a caso hecho".

    * Si de primero hemos hecho la sopa de marisco publicada en este blog, le podemos poner un langostino en el centro que queda estiloso y rico, como el pobre viudo de la Duquesa de Alba.

       Si encima nos sobra guarnición podemos hacer una tapa muy vistosa, que también sirve como sandwich para que los niños coman verdura con mucho gusto (Vale como menú infantil, cuñada Mari Carmen), que yo lo he llamado "Tres en raya", y es la foto que veis a continuación. Se pone la guarnición sobre una rebanada de pan de molde, se cubre con otra y se corta en cuatro porciones quitándole los bordes, y decoramos con tiras de pimiento morrón. Más fácil imposible. Y queda genial.


También te puede interesar:

Sopa de marisco

Atún encebollado con tomate


Caballa a la plancha con crema de calabaza y crujiente de patata y jamón



domingo, 30 de noviembre de 2014

Sopa de marisco

            Cuando entran los meses del frío, con sus "R" respectivas en los nombres, es el mejor momento para realizar una rica sopa de marisco, y sobretodo para comérsela. Y comprobaréis que no hay plato más rico que la sopa de marisco, y de ahí viene el nombre a tan preciada familia animal y a la vez marítima. 

Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora
Ingredientes para 4 personas: 
   - 1 cebolla mediana
   - 4 tomates rojos maduros
   - 12 langostinos crudos
   - 200 gr de anillas de calamar
   - 12 mejillones
   - 125 gr de almejas
   - 1 vaso de vino fino o manzanilla (tipo de vino. No me refiero ni a fruta pequeña ni a infusión. Que luego pasa lo que pasa) 
   - 1 cabeza de pescado (merluza, rape, pescada,... Lo que tengamos).
   - 100 gr de fideos nº 4 (los más gordos. Vuelvo a insistir que cuando digo fideos nº 4 me refiero a su calibre y no a su cantidad). 
   - aceite de oliva vírgen, sal, pimentón picante. 

   Comenzaremos picando la cebolla y poniéndola en la olla donde haremos la sopa con un culo de aceite. Sofreimos. 
   Mientras, vamos a rallar los tomates, desechando la piel y añadiendo al sofrito. Cuando veamos que se está comenzando a hacer, vamos a añadir las cabezas de los langostinos y se sofríen también hasta que cogen color y huele a langostino a la plancha. Cogemos una servilleta y nos limpiamos la saliva que hemos empezado a producir en exceso. 
    Batimos todo este contenido, y le añadimos un vaso pequeño de vino manzanilla. Este contenido lo vamos a devolver a la olla pero pasándolo por un colador, para que los restos de langostino no caigan a la olla. 

     En este momento añadimos las almejas lavadas y las anillas de calamar troceadas en trozos de no más de 2 cm de ancho. Cuando se abran las almejas y el calamar coja color añadimos 1,5 ó 2 litros de agua, rectificamos de sal y añadimos pimentón picante al gusto. Yo recomiendo una cucharada sopera de pimentón pues esta sopa gusta que pique un poco, al igual que recomiendo un uso moderado de las redes sociales y de las naturales, para que no se acaben las relaciones naturales en la calle y los productos del mar respectivamente. 

     Añadimos la cabeza o los restos de pescado que tengamos para que adquiera sabor el caldo. Mientras hierve y va cogiendo sabor vamos a limpiar los mejillones y los pondremos a cocer en una olla tapada y con un dedo de agua. En cuanto que los mejillones se abran, verteremos el agua que han generado pasándola por el colador y los mejillones desprendidos de sus conchas, como les sucede a los hombres separados en Argentina. 

    Dejaremos cocer unos veinte minutos, y cuando quede un cuarto de hora para emplatar, retiramos la cabeza de pescado y echaremos los fideos, para que éstos se cuezan lo justo, como los padres de hijos pequeños en una boda. 

   Y ya está. Una sopa riquísima que gracias al tiempo de cocción y a la madre que lleva del sofrito del principio, tendrá una textura buenísima y un sabor insuperable.

*Esta sopa la recomiendo para comidas o cenas de Navidad como primer plato. El segundo plato para el menú navideño de 2014 intentaré publicarlo el lunes 15 de diciembre de 2014. Estad atentos. 
También te puede interesar:

Sopa castellana (Sopa de ajo de toda la vida para los ubetenses)Sopa de cocidoCorona de cordero con chalotas y champiñones


domingo, 16 de noviembre de 2014

Lazos (pasta con verduras, hortalizas y gambas)

      Hay platos a los que se les tiene especial cariño, y éste es uno de ellos. Y mira que la industria de la pasta nos lo ha puesto difícil, pues erradicó del mercado los auténticos lazos, aquéllos que comía mi abuela Lola y que tanto nos gustaban, y que la generación posterior (mi madre primero, y mi padre después) siguieron haciendo aunque ya con pajaritas (y eso que mi padre era más de corbatas). Pero a lo que vamos. Hoy los he vuelto a hacer, y mis hermanos han llorado de emoción y se han comido tres platos cada uno. Y ésa es la mejor satisfacción que puede tener uno cuando se pone a cocinar. 

Dificultad: media
Tiempo de elaboración: 1 hora y cuarto
Ingredientes para 6 personas:
   - 1 cebolla mediana
   - 3 pimientos verdes
   - 3 tomates rojos
   - 400 gr de bacalao seco
   - 200 gr de almejas
   - 200 gr de gambas
   - 200 gr de habicholillas verdes
   - 1 kg de alcachofas
   - 1 limón
   - 1/2 coliflor grande o una pequeña
   - 1 vaso de vino blanco
   - 4 dientes de ajo
   - 1 pastilla de caldo de ave 
   - 400 gr de pajaritas (pasta)
   - aceite de oliva vírgen, sal, pimentón dulce y picante, hierbabuena, azafrán en hebra y comino.

    Tenemos que acordarnos el día de antes de dejar el bacalao en remojo para poder desmigarlo el día que vayamos a hacer el plato, y que será lo primero que haremos. Bueno, antes nos levantaremos de la cama y nos iremos a la cocina porque si no, al dormitorio le puede quedar cierto aroma extraño.

    Una vez migado el bacalao, vamos a picar la cebolla que sofreiremos en una olla o cacerola muy grande con un culo generoso de aceite, para posteriormente añadir los pimientos picados y los tomates rallados. Cuando veamos que el sofrito va cogiendo consistencia, añadimos el bacalao y removemos durante unos 5 minutos, para seguir añadiendo las almejas. Una vez que las almejas se abran, añadimos las habicholillas cortadas en trozos de unos 3 cm, las alcachofas, a las que habremos quitado las pencas, embadurnado el corazón con limón para que no se oxiden y nos oscurezcan el caldo, y cortadas en 6 trozos cada corazón (como cuando se parte una pizza, pero sin pizza). 

   Añadimos de 3 a 4 litros de agua pues hay muchos comensales y seguro que repiten. Y mientras se va calentando el caldo, machacaremos los dientes de ajo con un poco de sal, las hojas de hierbabuena, un pellizco de azafrán en hebra y la pastilla de caldo de ave. A este mortero añadimos el vaso de vino blanco, removemos bien y añadimos. 

   Continuaremos cortando la coliflor, separando los arbolitos y procurando no desmenuzarlos demasiado, pues con la cocción se van a desprender más y no interesa que se deshagan del todo. Los añadimos, y echamos una cucharadita de comino, dos de pimentón picantey una de dulce y rectificamos de sal. Dejamos cocer unos 15-20 minutos para que el caldo coja sabor. 

   Y diez minutos antes de servir, echaremos las pajaritas para que se cuezan el tiempo justo, pues ya sabéis que a mí no me gusta esta pasta pasada, y me gusta echarla en el momento justo (creo que de aquí viene la expresión "echar el lazo").

  Y ya está. Estoy convencido que si esta receta la hacéis a algún invitado, realmente le habréis "echado el lazo", pues su estómago quedará atrapado para siempre a tus recetas. 

*Estoy pensando que si el limón sirve para que las alcachofas no se oxiden con el tiempo y oscurezcan el caldo, a lo mejor es lo que hace falta para este nivel político que nos rodea (que conste para los anales de la historia, que esta receta la escribí en 2014. Lo mismo en 2025 la mayoría de los políticos son honrados. O en 2050. O en 3000,...)
También te puede interesar:

Andrajos de Úbeda

domingo, 2 de noviembre de 2014

Gachas dulces (gachas del día de los Santos)

   
       Si hay una receta típica para un día típico son estas gachas que se hacen en Úbeda de toda la vida de Dios para el puente de los Santos. Un plato dulce heredado de nuestras abuelas. Como la diabetes tipo II.

Dificultad: media
Tiempo de elaboración: 40 minutos
Ingredientes para una fuente de gachas:
    - media barra de pan (si es del día anterior, mejor. Si es del día posterior, es mentira).
    - 4 cucharadas de harina
    - 1 litro de leche
    - 6 cucharadas de azúcar
    - aceite de oliva vírgen, sal, anís en grano (matalaúva) y anis del mono.

      La dificultad es media porque hay que conseguir una textura sin grumos y que no esté ni muy espesa ni muy líquida. Pero es una receta fácil y cómoda de hacer. 

     Lo primero que haremos será cortar el pan en dados de un centímetro y medio de lado (más dificultad). En una sartén grande pondremos un culo de aceite y los vamos a freír y a reservar una vez estén tostados. En ese culo de aceite vamos a echar unas 3 cucharadas pequeñas de anís en grano y removeremos durante 10-15 segundos, no más, para inmediatamente añadir la harina. Removemos rápidamente y en cuanto la veamos tostada (se pondrá del color que se ve en la foto), añadimos el anís del mono. La cantidad que yo le echo es la que cae mientras cuento tres segundos. 

    Posteriormente añadimos un pizco de sal y la leche poco a poco, removiendo con la barilla para que se vayan deshaciendo los grumos y se forme una masa homogénea. Añadimos el azúcar y seguimos removiendo. Aunque pensemos que los grumos no desaparecerán, tendremos paciencia y buena muñeca para seguir removiendo con la barilla para conseguirlo, y os aseguro que os quedará una masa fina. Si vemos que está muy espesa añadimos un poco de leche. 

    Cuando empiece a hervir seguiremos removiendo cinco minutos para que se evapore un poco el anís porque si no, tendrá demasiado sabor a dicho licor. Que no es lo mismo que si estornudo y digo: "Anís". Y entonces diréis todos: "Ha dicho licor". 

    Y dicha la tontería de la receta... Ya está. Añadimos los picatostes y movemos, dejando unos pocos para decorar la fuente en la que las vayamos a servir. 

*Esta receta se la debo a mi amigo Juampe, quien me la enseñó hace tres años, la apunté de aquella manera en un papel que guardé en mi cartera y que he llevado hasta el día de hoy, pendiente de escribir alguna vez la receta. Y tras mi frustrada carrera como futbolista en la EGB, donde nunca me convocaban y me quedaba el último apoyado en la valla para que me eligieran para jugar, ahora por fin, ya puedo decir que sé hacer unas "gachas" que ya quisiera Butragueño.
También te puede interesar:

Papajotes dulces

Alcauciles ubetenses

Ochíos con habas

lunes, 27 de octubre de 2014

Ternera con vinagreta de guacamole


        El último invento de la Encimera Daltónica de verano, pues en verano cocino sobre la encimera verde del campo de Don Adrián, es esta ternera a la plancha con una vinagreta inventada, precisamente, con los ingredientes que iban quedando a final de verano en esta majestuosa, típica, rústica y querida cocina campestre. He de reconocer que fue un éxito inesperado, pues no sabía en que podía acabar la cosa una vez que comencé a cocinarla, al contrario que en cualquier episodio del "Equipo A", que siempre sabías cómo acabaría. Bueno, y cómo empezaría y cuál sería el desa-rrollo del episodio. A pesar de eso, me sigue gustando. 

Dificultad: Muy fácil
Tiempo de elaboración: 15 minutos
Ingredientes para 2 personas:

- 400 gr de ternera A en filetes muy finos

Ingredientes para la vinagreta:

- 1 cucharada de guacamole
- 1 chorreón de crema de vinagre de Módena
- 1 cucharada de Sésamo
- 1 chorreón de aceite de oliva vírgen extra
- 2 cucharones de caldo de ave
- 1 puñado muy corto de sal

          Esta receta está tan rica como fácil y rápida de hacer. Ponemos a calentar la plancha. Planchamos toda la ropa que tengamos amontonada esperando a serlo. Colocamos la ropa en el armario y le damos una gran alegría a la pareja, padres, compañeros de piso o mascotas de compañía por el trabajo realizado. 

         Posteriormente, desenchufamos la plancha y enchufamos la otra plancha. No la del pelo, si no la de cocinar, porque se nos puede ir la mañana y no hacer la comida. 

        Mientras se calienta vamos a preparar la vinagreta uniendo todos los ingredientes para la misma en un bol y mezclando bien. 

       Una vez la plancha está caliente, pondremos muy poco aceite de oliva y los filetes de ternera con un poco de sal, vuelta y vuelta. O sea, no dejaremos más de 20 segundos la carne por cada lado. 

       Servimos en un plato y ponemos por encima la vinagreta. 

       Y ya está. Plato facilísimo que viene muy bien un día de comida familiar como segundo plato, pues no necesita preparación ninguna para que consigamos el fin deseado, como la hija "modista" de la Pantoja. 

*Esta vinagreta la puedes realizar para cualquier carne roja, pues combina muy bien con ella, como una camisa de flores en la piel de un guiri en España en pleno verano. 
También te puede interesar:

Cus Cus de verduras

Croquetas de cocido

Salchichas al vino y mostaza

http://laencimeraroja.blogspot.com.es/2013/11/croquetas-de-cocido.html

lunes, 13 de octubre de 2014

Las comidicas de los lectores (VII)


            Celebrando las más de 20.000 visitas a este blog vuelvo a escribir una publicación con las recetas realizadas por estos fervientes lectores que siguen animándose a cocinar y a mandarme las fotos con sus proezas realizadas en base a las recetas que voy publicando. 

            Ni que decir tiene que estoy más que abrumado y contento por ello. En esta ocasión los lectores que me han mandado las recetas son: uno que dice que el blog debería ser de obligada lectura, y que de hecho, eso va a hacer con sus hijas; otro, en el que siempre están en los platos que realiza los colores RojoyBlanco; y otra, que parte durante quince minutos la verdura y mientras, piensa en qué debe consistir ese extraño producto llamado "queso curado". Está claro que ella no es la que es de mi gremio de los tres.

                Pues nada, a ver si llegamos pronto a las 30.000 visitas, que aunque esto no me dé de comer, sí da de comer a otros (y sus allegados) y a mí me llena y me place como si me hubiera comido todos los platos publicados al mismo tiempo. 

Coliflor con ajos y pimentón de David

Berenjenas en vinagre de Cristóbal
Lasaña de carne y espinacas de David
  
Salsa de queso con palitos de zanahoria de Rocío

También te puede interesar:





























lunes, 29 de septiembre de 2014

Espaguetis negros con sepia y gambas

             Esta receta la quiero dedicar a mi nuevo sobrino y ahijado Adrián que nació el 26 de septiembre de 2014, tras el nacimiento de sus primos Adrián y José Luis en poco más de un mes. Es por ello que son, y como decía mi padre, tres reyes. Los Reyes Magos que han venido a esta familia. Y como es el tercero, pero no en discordia, será nuestro Baltasar, y por eso le dedico esta receta de espaguetis negros: porque lleva gambas. 

Dificultad: Muy fácil
Tiempo de elaboración: 20 minutos
Ingredientes para 2 personas:
      - 250 gr de espaguetis negros
      - 1/4 de cebolla
      - 3 dientes de ajo
      - 300 gr de sepia
      - 150 gr de gambas peladas congeladas
      - 100 gr de nata líquida
      - aceite de oliva vírgen, margarina, sal, perejil y pimienta negra molida.


     Como casi todas las recetas de pasta, va a ser muy fácil hacerla y más difícil de explicarla, como cuando "metes la pata bien metía y no sabes cómo salir".

     Lo primero que haremos será poner los espaguetis a cocer con agua, sal, y un poco de margarina. La coceremos lo justo, exactamente lo que diga el fabricante, porque si se pasa la pasta gustará menos. Una vez cocida, escurrimos y reservamos. 

     Mientras cocemos la pasta, vamos a picar muy bien la cebolla, los ajos y el perejil, y los vamos a sofreír en una sartén amplia con un culo de aceite. En cuanto cojan color dorado, añadimos la sepia troceada y salpimentada,y las gambas. 

     Cuando pasen unos cinco minutos que veamos la sepia con color dorado y con pinta de meter un palillo y llevarte unos cuantos trozos a la boca, añadimos la nata líquida, los espaguetis y removemos todo para que se liguen todos los ingredientes. 

     Y ya está. Receta facilísima y que no puede estar más rica. Podemos espolvorear queso rallado por encima a la hora de servir. Y junto con la cocción de la pasta y el nacimiento que celebramos hemos conjugado los tres verbos de la lengua castellana que terminan en -bir que exceptúan la regla de  escribirlos con b: hervir, servir y vivir. (Esto va dedicado a mi compañero Cristóbal, quien piensa que este blog debería ser de lectura obligada en los colegios). Cocina y aprende con laencimeraroja.blogspot.com.es

*Si no te gusta la nata puedes añadir un poco de vino blanco a cambio. Comprobarás con este plato que la pasta gusta a todos. Y si no, que le pregunten a la familia Pujol. 
También te puede interesar:

Espaguetis con berberechos

Gallo al horno con patatas y gambas

sábado, 13 de septiembre de 2014

Merendero de verduras

   
          Celebrando la llegada de mi segundo hijo al mundo quiero compartir esta receta que bien puede pasar por menú infantil por ser nutritiva, sana y divertida, como bien puede pasar porque Joaquín Sabina sea un amante incondicional de su Úbeda natal.

Dificultad: media
Tiempo de elaboración: 45 minutos
Ingredientes para 4 personas:

     - 200 gr de espinacas (también valen acelgas, y es mejor que poner césped, aunque es el vegetal que buscamos emular)
     - 2 patatas medianas
     - 1 calabacín
     - 3 quesitos
     - 1 coliflor pequeña (serán los árboles)
     - 4 zanahorias (serán la tabla de la mesa)
     - 4 rebanadas de pan duro (serán la base de la mesa y los taburetes)
     - 100 gr de nueces (serán las piedras)
     - aceite de oliva vírgen, sal y pimentón dulce.

          Lo primero que haremos será lavarnos muy bien las manos y las verduras. Ya que se trata de menú infantil empecemos por enseñar buenos principios, como cuando te comes un Bollicao y aciertas el extremo por el que le han inyectado el chocolate.

          Inmediatamente después vamos a cocer toda la verdura junta con un poco de sal, sin trocearlas a excepción de las espinacas y las patatas que sí las trocearemos, durante 15 minutos (éste es el tiempo de cocción, no el de trocear las verduras).

          Mientras se cuecen vamos a freír las rebanadas de pan y las dejaremos escurrir una vez fritas sobre papel de cocina.

          Cuando las verduras estén cocidas, vamos a reservar las partes que usaremos de decoración en función de los comensales y de lo que le vayamos a poner. Esta vez yo retiré una zanahoria, 8 árbolitos de coliflor (2 por cabeza), y si queréis unas pocas espinacas para ponerlas de arbusto. Se reitra casi toda el agua, se añade un chorreón de aceite y se bate todo muy bien con la batidora (añado que es con la batidora porque me han indicado que tengo que explicar más las recetas, porque hay quien no entiende que cuando digo en la receta de la salsa de queso, "queso curado" me refiero a "queso curado", ¿eh, Rocío? A ver si vas a batir con la freidora).

         Una vez batido le damos la consistencia que queramos ayudándonos del caldo que le hemos retirado. Yo recomiendo que sea una crema más bien espesa, porque va a estar muy suave gracias a los quesitos y al aceite de oliva. 

        Y ya sólo nos queda poner los elementos decorativos al gusto. En esta ocasión he puesto árboles, la mesa del merendero con sus taburetes, piedras y algún arbusto al pie del árbol, pero aquí espero que desarrolléis vuestra imaginación. 

        Y ya está. Una forma divertida de comer verdura que hará que los "peques" se la coman muy bien. Bueno, y los no tan peques, porque el día que la hice, mi cuñado Muro se comió más que un merendero, el parque de El Retiro entero. 

*Aquí sí que espero que me mandéis fotos con vuestras recetas con elementos decorativos que os inventéis, para aprender todos de todos. 
También te puede interesar:

Menestra de verduras

Merluza en salsa verde

Alcauciles ubetenses


       

viernes, 15 de agosto de 2014

Papajotes salados (Papajotes al estilo de Torreperogil)

        Esta receta es un aperitivo muy típico en los bares de Torreperojil, un pueblo de Jaén conocido por sus papajotes, y porque tiene una torre de Don Pero Gil, caballero ubetense perteneciente a los llamados "doce leones", que ganaron la batalla de Algeciras. Y una vez documentados, hacemos la receta y ponemos e enfriar botellines de cerveza que es con lo que se come esta tapa. 

Dificultad: Muy Fácil 
Tiempo de elaboración: 20 minutos 
Ingredientes para 1/2 kilo de papajotes:
   - 1/2 kg de carne picada de cerdo 
   - 2 huevos 
   - 3 dientes de ajo 
   - 1 vaso de vino blanco o de manzanilla 
   - aceite de oliva vírgen, sal, azafrán en hebra, colorante y perejil. 

      Como es una receta muy fácil de hacer por eso he puesto la reseña histórica del principio. Cogeremos los huevos y los batimos. Los dientes de ajo, el perejil, un poco de azafrán en hebra y un puñado de sal los machacaremos en el mortero y con el vaso de vino blanco lo ligamos todo y lo añadimos en un bol a la carne picada y los huevos batidos. Si queremos que nos queden más amarillos les podemos añadir un poco de colorante. 

       Removemos muy bien para que se haga una masa jugosa, y en la plancha (en la de cocinar evidentemente), vamos a poner un pelímetro de aceite (ver denominaciones de medidas en otras recetas donde se explican. Como no me acuerdo en cuáles lo expliqué, pues leéis las que os apetezca que seguro que os entretienen, pero vamos, que un "pelímetro" viene a ser una "chispa", unas "gotas", un "chorreoncillo" o un "pelín", y de aquí el nombre). 

        Una vez caliente la plancha, con una cuchara sopera cogemos una cucharada de la masa preparada y en la plancha la aplastamos y la hacemos por las dos caras cual hamburguesa. 

        Y ya está. Plato facilísimo que de tapeo viene sensacional y que gusta sobremanera y sobre rebanada de pan. Si la masa la dejamos hecha el día de antes, estarán más ricos aún. 

*Esta receta se la dedico a mi primer sobrino Adrián, que si ha salido a sus familias, los devorará con fruición... o con quien le dé la gana a él. Yo voy a seguir escribiendo que vienen más: sobrinos y Adrianes.
También te puede interesar:

Papajotes dulces

Albóndigas en caldo

Bolitas de espinacas