Hoy os traigo un aperitivo muy interesante para poder realizar en las comidas y cenas de Navidad que se avecinan. Es fácil, rápida, que podemos tener preparada con antelación, y que gusta mucho a todo el mundo. Incluso a las personas que son contrarias a comer alimentos salados con frutas dulces. Esto último es lo que más me ha motivado a publicar la receta. Porque es la primera vez que me ha pasado con Mária. Bueno, y para acordarme en Nochebuena de cómo lo hice.
Dificultad: Muy fácil.
Tiempo de elaboración: 10 minutos (sin contar el desalado del bacalao).
Ingredientes para 10 tapas:
- 2 paquetes de tostas de pan
- 1 trozo de bacalao salado desmigado de unos 100 gr.
- 2 rábanos
- 2 cebolletas
- 10 uvas
- AOVE de cosecha temprana.
Ya está dicho casi todo, porque lo importante de la receta para hacerla, es acordarse de que la receta existe y de los ingredientes que lleva.
Lo que tendremos que hacer es poner anteriormente el bacalao en agua para que pierda la gracia. O sea, que deje de ser tan salado y pase a ser un poco más soso.
Posteriormente, picaremos muy bien el bacalao, los rábanos y las cebolletas, y lo uniremos todo en un bol con aceite de oliva virgen extra de cosecha temprana y lo mezclamos todo bien.
Ya sólo nos queda untar con una cucharilla la mezcla en las tostas, que para los malpensados quiere decir que hay que restregar la cebolleta. Partimos las uvas en dos o tres trozos y las pondremos encima.
Y ya está. Aperitivo muy resultón que os dará un toque muy chulo en la mesa que preparéis para una buena comida o cena.
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