Cómo no íbamos a tener una receta en el blog de torrijas, y cómo no las íbamos a publicar para Semana Santa. Para mí es una gran satisfacción preparar para papá (político) y los tataratataratatarabuelos y para tantos de tantos que van para pasar unos días de procesiones, familia y ciudad de Semana Santa.
Dificultad: Muy fácil (mucho más fácil que la aliteración de arriba).
Tiempo de elaboración: 45 minutos
Ingredientes:
- 10 rebanadas de pan
- 1 litro de leche
- 1/2 cáscara de limón
- 1/2 cáscara de naranja
- 1 palo de canela en rama
- 1 cucharada pequeña de azúcar avainillada ó una vaina de vainilla
- 1 chorreón generoso de Vermut
- 3 huevos
- Miel
- un bol con azúcar y canela en polvo en proporción 3:1
- Aceite de oliva vírgen para freír
Ponemos la leche a calentar con el palo de canela, las cáscaras de limón y naranja, la cucharada de azúcar avainillada, un chorreón de miel y un chorreón bastante generoso de vermut o vino dulce de Málaga y quitamos del fuego antes de que hierva, tapándola y dejándola atemperar sin enfriar en el frigo para que coja bien los aromas y sabores la leche.
Una vez que la leche no queme, la vamos a ir echando en un plato hondo donde iremos bañando las rebanadas de pan para que se empapen bien. Antes de bañarlas habremos comprobado que el pan lleva al menos 2 horas sin comer y las sacaremos del baño de leche antes de que se les arruguen los dedos de las manos, y las vamos dejando en una fuente aparte. Lo digo porque como es receta típica y heredada de nuestros antepasados, es muy importante no olvidar sus sabios consejos.
Batimos los huevos y ponemos una sartén al fuego con abundante aceite. Cuando el aceite esté caliente, pasamos las rebanadas de pan por el huevo batido y acto seguido las freímos, dejándolas sobre papel de cocina para que no se queden aceitosas una vez que las veamos bastante doradas.
Y cuando se enfríen un poco las vamos a pasar por una fuente pequeña o bandeja de corcho donde a veces te sirven los productos de carne o verduras en supermercados y plazas de abastos, donde habremos puesto el azúcar y la canela en la proporción arriba indicada. Pasamos por las dos caras.
Y ya está. Torrijas de Semana Santa que vienen muy bien para desayunar y coger fuerzas estos días de procesiones de estar todo el día en la calle, o para reponerse con un buen café después de comer.
*Para las rebanadas de pan yo recomiendo que compréis las barras de pan rústico cortado que venden en los supermercados porque tienen las dimensiones y la textura perfecta para este dulce tan típico.
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