Dificultad: Muy fácil
Tiempo de elaboración: 45 minutos
Ingredientes:
- Patatas (las que queramos hacer)
Para el alioli:
- 1 diente de ajo
- 1/2 vaso de leche
- 1 vaso de aceite de girasol
- Un pellizco de sal
Lo primero que haremos será pelar, lavar y cortar las patatas a ruedas de 1/2 cm de ancho más o menos. Si las cortamos aprovechando la mayor superficie de las patatas para que salgan más grandes, mejor.
En una fuente de horno, sobre papel de horno, las iremos colocando sin que se superpongan unas encima de otras. Al escribir esto me he dado cuenta que los drogadictos y los enchufados comparten superhéroe: Súperpuesto.
Dicha esta tontería, salpimentamos por encima y metemos en el horno a 220º unos 30 minutos, mirando en los minutos finales para que no se nos quemen demasiado.
Mientras se hacen las patatas vamos a preparar el alioli. En el vaso de la batidora vamos a poner los ingredientes arriba explicados y batimos bien. En función de la cantidad de alioli que queramos hacer usaremos un vaso más grande o más pequeño. Y si queremos que pique más o hacemos mucha cantidad, podemos añadir otro diente de ajo, aunque para mi gusto, con uno va de sobra. Como en mi casa los viernes cuando no tengo ganas de cocinar.
Y ya está. Servimos por separado para que cada cual se eche el alioli que le apetezca.
*A mí personalmente me gusta que se quemen un poquito para que estén más crujientes, pero eso os lo dejo a vuestra elección.
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