Desde hace muchísimos años hemos degustado este manjar en nuestra casa como segundo plato en las cenas de Nochebuena o Nochevieja. En 2014 fue el primer año en el que me tuve que enfrentar a esta importante tarea, y salió tan bien, que no dio tiempo a echar la foto de rigor para publicar la receta. Es por ello que de 2015 no pudo pasar, y para 2016 tenéis la receta en este humilde blog para que podáis hacerla y disfrutarla.
Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora y media
Ingredientes:
- 1 cochinillo
- Manteca de cerdo
- Guarnición del caldo y Caldo de Navidad (ver receta en este blog)
- Sal y pimienta negra molida.
La receta en sí es muy fácil de realizar, pues no tiene tarea ninguna y viene muy bien para dedicar tiempo a realizar el resto de aperitivos y postres que vayamos a presentar en estas cenas tan especiales.
Es importante que el carnicero nos dé ya el cochinillo troceado en cuartos. Como no nos cabrá todo en la misma bandeja, recomiendo que pongamos las cabezas y los cuartos traseros y delanteros en una bandeja y el resto del cochinillo en otra, pues esto último necesitará de menos tiempo de asado.
Salpimentaremos y untaremos con la manteca de cerdo por las dos caras y por todas las partes que podamos todos los trozos que vayamos a asar. Inmediatamente después no deberemos coger ningún jarrón ni pertenencia delicada hasta que no nos lavemos de nuevo las manos.
Metemos en el horno a 180º y dejamos que se ase durante una hora u hora y veinte más o menos en función del cochinillo, regando cada 15 minutos con el caldo de Nochebuena que ya tendremos realizado porque ya habremos leído la receta en el blog antes de empezar a hacer este suculento plato. Lo importante es que la piel se quede tostada y crujiente. Si tenemos algún comensal de Baeza que venga antes de tiempo se puede dar la siguiente conversación:
- ¿Qué "ase"?
- Aquí asando
- ¿Será "hasiendo"?
- No, es asando porque si lo aso sin protección me puedo quemar las manos.
- Pues áselo con un "sernadero"-
- Me puedes tutear que estamos en confianza.
- Qué difícil me "hases" hablar contigo.
- Asiento.
- Voy por una silla.
Y con esta tontería se va pasando más rápido el tiempo de cocinado.
Y ya está. Éxito asegurado con el menor esfuerzo posible, como desgraciadamente pasa con los libros de Belén Esteban.
*La guarnición ideal para este plato la cogeremos de toda la verdura que hemos utilizado para realizar el caldo de Nochebuena si es que hemos hecho el caldo como primer plato.