Desde siempre en mi casa se ha tomado este caldo como primer plato cuando se ha celebrado la Nochebuena o la Nochevieja. Gracias a la memoria de sus comensales, a la de Lolina a la hora de continuar la tradición desde el primer momento y a la confianza puesta en nuestro carnicero y frutero, podemos seguir disfrutando durante el resto de cenas de Navidad que nos queden de este caldo de Nochebuena que tan rico que está, porque desde este momento la receta queda escrita para el resto de los días con la seguridad de que es "el caldo", después de decir mi cuñada Inma al probarlo en la Nochebuena de 2015 tras hacerlo por mí mismo por primera vez: "Lo has clavado. Es igual que el de tu padre". Feliz Navidad.
Dificultad: Muy fácil
Tiempo de elaboración: 4 horas.
Ingredientes:
- 2 huesos de espinazo
- 1 hueso de jamón
- 1 hueso blanco
- 1 hueso de osobuco de ternera con su carne y todo
- 1/2 calabaza
- 1 col
- 1 cebolla
- 1 tomate
- 250 gr de habicholillas verdes
- 4 zanahorias
- 1 puerro
Evidentemente ésta es de las recetas más sencillas de hacer pero no por ello la menos rica. Lo único que deberemos hacer es poner todos los ingredientes en la olla más grande que tengamos, añadir la sal y cubrirla de agua y dejarla cocer durante unas cuatro horas aproximadamente, teniendo el cuidado de perder agua durante la cocción. Recomiendo hacerlo el día de antes para que tenga más sabor y poner un esparadrapo en el ombligo a los niños ante un viaje largo en coche para que no se mareen.
Y ya está. Caldo riquísimo y reponedor, que para los que tienen familiares adolescentes conviene que sobre para reponer cuerpos el día siguiente. Toda la verdura cocida se puede utilizar como guarnición si de segundo ponemos una carne asada. Además sirve para aderezar el cochinillo al horno que está publicado en este blog.
*En mi casa siempre ha gustado añadir un chorreoncillo de Vino Fino o Manzanilla de forma individual una vez servidos los cuencos en la mesa. Alegra cuerpo y espíritu.
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