¿QUÉ TE APETECE HACER DE COMER?

jueves, 24 de octubre de 2019

Huevo escalfado


       Esto más que una receta es una elaboración. Para mi gusto, la mejor elaboración que puede tener un simple huevo, y que me perdonen los huevos fritos con patatas de los viernes que son mi perdición. Ahora con tanta moda de cocina y técnicas culinarias se ha puesto un poco de moda aunque sea con un nombre bastante cursi: "huevo poché". Pero que sepáis que de toda la vida ha sido un huevo escalfado. Nombre con autoridad, como bien merece una de las mejores cenas que te puedes tomar si tienes una barra de pan al lado. 

Dificultad: Muy fácil
Tiempo de elaboración: 5 minutos
Ingredientes:
- 1 huevo
- Agua, sal, AOVE y vinagre de vino blanco.

    Os voy a explicar la forma tradicional de hacerlos en mi casa, por lo que no voy a tener en cuenta el tema de ponerlos envueltos en papel Film, pues al film y al cabo, creo que cogen menos sabor y es un empegunte extra para hacerlo bonito. 

     Ponemos agua a hervir en un "zucezo" o "cazo" con un chorreón de vinagre, y justo cuando rompe a hervir, echamos el huevo como si lo fuésemos a freír, pero en el agua. O sea, sin cáscara y procurando que no se rompa la yema. Cuando veamos que el huevo tiene la consistencia del de la foto (uno o dos minutos como mucho), lo sacaremos con una espumadera procurando que no se rompa y lo ponemos en el plato. Añadimos una pizca de sal, un chorreón de AOVE (si es de cosecha temprana ya se te saltarán las lágrimas) y podemos añadir muy poco vinagre para que repunte un poco más, pero esto último ya es al gusto del consumidor. 

     Y ya está. Lo dicho. Con una buena barra de pan te sobran hasta los cubiertos, pues a base de "sopetillones" te lo puedes comer entero rebañando el plato hasta borrarle el dibujo del fondo. 

*Esta modalidad la puedes disfrutar así tal cual o aprovechar la técnica para cualquier plato que realices en el que termines coronándolo con un huevo frito o a la plancha, poniendo en su lugar al Gran Olvidado: "El Huevo Escalfado".
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martes, 24 de septiembre de 2019

Coquinas



       La receta que publico en esta ocasión es la mar de sencilla. Es una receta que marea nada más que de pensar en lo fácil que es y las barbaridades que se pueden llegar a hacer con algunos alimentos. Permitan que este humilde y amateurísimo cocinero se ex-playe lo justo para explicar esta receta, que más que receta es una recomendación a la hora de tratar este manjar que nos ofrece el mar. Además es, y creo que será por mucho tiempo, la receta del blog que tenga el récord de menos ingredientes a la hora de elaborar el plato, así como el récord de duración del enunciado de presentación más largo y el relato de la receta en sí más corto.  


Dificultad: Muy fácil
Tiempo de elaboración: 2 horas
Ingredientes: 

-  1 cubo
- 1 chorreón de AOVE, porque el Aceite de Oliva Vírgen Extra es imprescindible en cualquier plato.

    Comenzaremos yendo a la playa a primera hora de la mañana (recomiendo las playas de Huelva para la realización de la receta, particularmente la de Isla Cristina), con un cubo en la mano. 

    Nos pondremos en la zona donde se acaba de retirar el agua del mar y está la tierra mojada, removemos la arena con las manos, y empezarán a salir coquinas. Como no sé si se pueden coger o no, las dejamos donde están y vamos al mercado de la zona y compramos las coquinas que nos vayamos a comer y las vamos echando al cubo.

    Una vez hayamos pagado y nos hayan dado la vuelta, nos vamos de la plaza, sin olvidar dar las gracias ahora que está tan en desuso.

     En la cocina, ponemos en una sartén  el pequeño chorreón de aceite, las coquinas, y tapamos la sartén para que se abran con su propio vapor. 

     Y ya está. 

*No hay mejor forma de comerlas. 
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jueves, 24 de enero de 2019

Bacalao con tomate


El bacalao con tomate es una receta más que típica y que se hace de mil formas y riquísimas por todas partes. Pero lo que yo os presento en esta receta es una forma facílisima y rápida de hacerlo para una tarde de prisa, entre actividades extraescolares, duchas, cenas e incluso hasta una hoguera de San Antón. Quedaros con la forma de hacerlo porque como lo hagáis, lo único que va a quedar en la mesa es la forma del plato.

Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 30-40 minutos
 Ingredientes:
- 4 dientes de ajo
- 1/2 cebolla
- 2 pimientos
- 2 tomates
- 4 lomos de bacalao (250 gr)
- 1 bote de tomate frito casero
- 2 patatas medianas
- 1 vaso de agua grande
- AOVE, sal, pimienta negra molida

    Lo primero que haremos será poner aceite a calentar en una sartén para freír las patatas que pelaremos, lavaremos y cortaremos a ruedas de medio centímetro de grosor. Cuando estén doradas y antes de que se empiecen a pasar, retiramos y reservamos en una servilleta de papel. Yo recomiendo poner un plato debajo de la servilleta, porque con el aceite la servilleta acaba rompiéndose y las patatas en el suelo, como a un lector del blog que sigue los pasos al dedillo y en fin. Que como no lo digas todo puede pasar cualquier cosa. 

    Mientras tanto pelamos y laminamos los ajos y los vamos sofriendo en la cacerola. Cuando estén dorados, vamos a sellar los lomos de bacalao previamente salpimentados y los retiramos de la cacerola. Una vez retiramos los lomos, añadimos primero la cebolla picada hasta que se dore, y luego los pimientos y los tomates muy picados para que se vayan sofriendo. 

    Cuando el sofrito lo veamos hecho añadimos el bote de tomate frito casero, un vaso de agua y rectificamos de sal. Removemos y se quedará bastante caldoso. En este momento añadimos las patatas y encima de ellas pondremos los lomos de bacalao con la piel hacia abajo. Si no quedan cubiertos por el tomate no pasa nada. Con una cuchara los bañamos para que se les quede salsa de tomate por encima y tapamos la cacerola, pues con el vapor que se genera se van a terminar de cocinar y no se remueven para que no se deshagan. Sí podemos coger la cacerola por las asas y así no nos quemamos. Y de paso podemos mover la cacerola en movimientos circulares como cuando hacemos un pil-pil, para que no se pegue nada y se repartan bien los ingredientes. 

    Como mucho debe cocer diez minutos y a fuego lento. Si se queda demasiado seco es preferible incluso cortar antes el fuego. 

     Y ya está. Con el calor va a perder algo más de caldo que como lo vemos en ese momento, pero ése es el objetivo para que se quede todo más trabado, sobretodo si la comida la hacemos de un día para otro. 

* Esto sí que es una operación triunfo asegurado, y no otras que yo me sé.